El autor formula primero planteamientos sobre la cultura. Ésta no es un aspecto marginal y secundario de la vida humana, sino un campo de una actuación estructural y semántica, que limita el ámbito de las relaciones personales y los valores que rigen la vida personal y colectiva. La cultura hace su aparición como un sistema de signos. De ahí su carácter estructural y semántico. Al hablar de la cultura neohelénica, debemos entenderla como una cultura que posee como referencia lingüística a la lengua griega. Enseguida, el autor estudia la literatura neohelénica, aplicando diversos criterios: relación naturaleza-cultura, relación naturaleza-bien, relación misticismo-racionalismo, relación individuo-sociedad, etc.