in Revista de Psicología
Historias previas al primer Curso Especial de Psicología en Chile (1947)
Resumen:
Este artículo examina el devenir sociohistórico del primer plan de estudios del Curso Especial de Psicología, que inició el año 1947 en la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Mediante un análisis socio-institucional de fuentes primarias y secundarias se evidencia cómo el proyecto del Estado Docente en Chile generó un desarrollo del sistema educativo universitario que propició la búsqueda, recepción y propagación del saber psicológico foráneo (germánico, anglófono y francófono) a fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, lo que se consolidó con un proceso de formación especializada en la materia y posterior formalización de la carrera de Psicología, iniciándose, de este modo, la construcción de un nuevo sujeto profesional en la escena nacional.
Introducción
En 1947 comienza, en la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile (en adelante UCH), el primer Curso Especial de Psicología, primero en Chile y América del Sur, y uno de los primeros en Latinoamérica después de México ( Descouvières, 1999 ; Salas & Lizama, 2009). 1 Tal como lo ha mencionado Salas (2014 ), poco se conoce acerca del surgimiento de este acontecimiento reciente en la historia de las ciencias sociales en Chile, hito que da apertura a la profesionalización de la disciplina en el país. Como una manera de aportar otros antecedentes a este desafío de situar sociohistórica, cultural e institucionalmente determinadas condiciones previas sobre su emergencia, presentaré una aproximación contextualizada a partir de un trabajo historiográfico que he actualizado tomando como base estudios anteriores ( Parra, 2017 ; Parra, 2015 ; Ligüeño et al., 2010; Ligüeño & Parra, 2009; Ligüeño & Parra, 2007).
En esta versión de la Máquina del Tiempo, este trabajo se sitúa en el contexto de examinar los sitiales de la psicología como profesión a 76 años del inicio de la formación de psicólogas y psicólogos en Chile.
Método
Esta pesquisa se encuentra agrupada en la categoría de un estudio ex post facto retrospectivo (Ato et al., 2013 ) de carácter exploratorio descriptivo, el que consistió en un trabajo documental mediante una labor archivística y de análisis socioinstitucional (Rosa et al., 1996), en el que se trianguló información de fuentes primarias (actas, cartas, boletines, listas de asistencias) y secundarias (libros, artículos, informes, tesis). La labor archivística estuvo centrada principalmente en la búsqueda y análisis de fuentes primarias del Archivo Central Andrés Bello de la UCH, específicamente en tres fondos (Universidad de Chile, Instituto Pedagógico y Facultad de Filosofía y Humanidades de la Colección Archivo Histórico de la UCH); Archivo Nacional de Administración Fondo Ministerio de Educación, y Archivo Patrimonial de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Respecto al análisis socioinstitucional, se contemplaron, principalmente, dos subniveles: el sociopolítico y el institucional.
Resultados
La circulación de saberes psi en el sistema educativo y su relación con la conformación del Estado nación en Chile
En términos generales, se requiere advertir que la psicología como ciencia, disciplina y, más tarde, profesión, surge en respuesta a los dilemas que atrajo la instalación de la modernidad a nivel mundial, posicionándose como un saber novedoso, destinado al desarrollo de sus instituciones (escuelas, industrias, tribunales, cárceles, hospitales, etc.) y del propio individuo como constructo de la época. Particularmente, en el caso chileno, muy en sintonía con lo que ocurrió en otros países durante el siglo XIX, la conformación y devenir de los Estados naciones se pensó estratégicamente en los espacios educativos formales. La perspectiva liberal y progresista que se instaló en el poder gubernamental en la tercera etapa del siglo XIX permitió el desarrollo de un sistema educativo público, construyendo universidades, escuelas y espacios de formación de docentes (normalistas y secundarios) para que ejercieran y profesaran una determinada doctrina estatal, diferenciándose de la apuesta educativa pastoral. Esto es lo que se denominó posteriormente como Estado Docente y lo que permitió el advenimiento de modelos y enfoques educativos y psicológicos foráneos (germánico, anglófono y francófono). La psicología como saber circuló en cátedras, laboratorios, gabinetes y seminarios de investigación para la formación docente, cuyo propósito fue reforzar la visión de un ideario en construcción de Estado nación ( Parra, 2017 ; 2015).
Lo anterior se reflejó en la creación del Instituto Pedagógico (1889) en la UCH, lo que acarreó el arribo de los primeros intelectuales filósofos formados en psicología, como los alemanes Jörg Heinrich Schneider y Wilhem Mann (en 1889 y 1905, respectivamente), y del chileno formado en Alemania con Wilhem Wundt, Rómulo Peña (en 1904), quienes crearon laboratorios psicotécnicos tanto en el Liceo de Aplicación (1908) como en la Escuela Normal de Copiapó (1907). Entrando en la segunda década del siglo XX, el posicionamiento del pragmatismo en la educación y el funcionalismo psicológico norteamericano —expresado con la Liga Internacional de las Escuelas Nuevas, a partir de figuras como Williams James y John Dewey—, permitieron la formación e intercambio intelectual de docentes nacionales en EE.UU., tales como Amanda Labarca, Luis Tirapeguí, Martín Bunster y Erika Grassau ( Parra, 2017 ). En las décadas venideras, Abelardo Iturriaga y Egidio Orellana realizaron pasantías en el extranjero; el primero fue becado por el gobierno de Francia en 1939, mismo año en que representó a la UCH en el Congreso de Psicología Educacional en Bruselas, y el segundo por la Fundación Rockefeller en 1944, para estudiar en la Universidad de Chicago. Ambos académicos fueron los fundadores del primer plan de estudios de psicólogos y psicólogas en Chile. Un aspecto en común de las y los mencionados en este apartado, quienes tuvieron una relación con la promoción de saberes psi, 2 es que fueron docentes de Estado, formados y, luego, formadores tanto en el Instituto Pedagógico de la UCH como en liceos públicos.
Este proceso acontece en un contexto en el que la educación formal comenzó a ser obligatoria para niños y niñas con la implementación de la Ley N.° 3.654 en 1920 y, por consiguiente, aumentaron las problemáticas psicosociales y educativas que derivaron de la expansión del sistema educativo público, produciéndose una aplicación y uso de estos saberes de aquel período, tales como pruebas psicométricas y diversas teorías del desarrollo del niño y la niña.
Institucionalización de los saberes psi
Tal como se indicó, los saberes psi comenzaron a adquirir mayor relevancia y demanda en distintas instituciones del Estado y del sector privado. Es interesante dimensionar cómo se fue generando un proceso de diversificación, formalización e institucionalización de estos saberes, a través de la mejor dotación de grupos de investigación y laboratorios, y de la creación de centros, institutos y departamentos de psicología durante la primera parte del siglo XX, todos asociados al sistema educativo formal.
En el caso de la iniciativa privada, se destaca el Centro de Investigaciones Psicológicas y Educacionales, creado en 1924 por Luis Tirapegui y Julio Montebruno, el cual prestaba servicios a entidades públicas y privadas. En la Universidad Católica se crea, en ese mismo año, el Laboratorio de Psicología Experimental por Alfredo Silva en la Facultad de Filosofía y Letras, y en 1935 se erige el Centro de Estudios Psico-Pedagógicos en la Escuela de Servicio Social, cuya labor fue reunir a médicos y pedagogos para estudiar los problemas de la psicología y la pedagogía frente a la filosofía cristiana. Otro dato de interés fue lo desarrollado en la Universidad de Concepción, donde se crea, en 1929, el Instituto de Orientación Vocacional en la Escuela de Pedagogía, con el propósito de fundar un gabinete y laboratorio de psicología para estudiar cuestiones relacionadas con la estructura psicológica e higiénica, y en 1941 se crea el Departamento de Psicología, lugar donde se realizaron trabajos en mediciones mentales y estudios especiales en colaboración con estudiantes de la Escuela de Servicios Sociales de la ciudad de Concepción ( Parra, 2017 ).
Por su parte, en la UCH, además del Laboratorio de Psicología Experimental —el que retoma sus funciones en 1921 tras un cierre por dos años—, se destaca la creación de la Clínica Psicopedagógica en 1936 (anexa al laboratorio). Ya en 1939 se creó la Sección de Psicofisiología del Trabajo en el Departamento de Medicina Preventiva y, más tarde, en 1941, se crea el Instituto de Psicología, cuyo propósito fue aunar las investigaciones y docentes que impartían cátedras de psicología en diversas carreras en la UCH, pasando más tarde (1946) a ser dependiente de la rectoría, cuyo primer director fue Abelardo Iturriaga (ver figura 1 ), quien había sido secretario en la comisión de su diseño y creación, donde estuvieron además Hugo Lea-Plaza, Darío Salas, Arturo Vivado, Alfredo Rojas, Arturo Piga y también Tirapegui.
Este último proceso de institucionalización se dio gracias al apoyo de las autoridades gubernamentales y de la universidad, como el rector Juvenal Hernández, Juan Gómez Millas y Eugenio González. Precisamente, fue en la Sesión Ordinaria del 10 de abril de 1946 del Consejo Universitario donde estos últimos estuvieron presentes, ocasión en la que se abordó el tema de crear un plan de estudios de psicología en el Instituto Pedagógico, y en donde la discusión se centró en la elección y relevancia de las asignaturas obligatorias y optativas, y en la preocupación por la deficiencia en la enseñanza del psicoanálisis en la universidad, además de crear cursos obligatorios y optativos por grupos ( Universidad de Chile, 1949 ). Ya a finales de 1946 se aprobó la creación del primer Curso Especial de Psicología, el cual comenzó a dictarse en marzo de 1947 (ver tabla 1 ), siendo ampliado en cinco años de estudios en 1949. Entre sus impulsores, además de los mencionados Iturriaga, Orellana y Piga, se encontraba el psiquiatra y profesor de Filosofía del Liceo Experimental Manuel de Salas, Carlos Nassar Gattas, quien también se había formado en EE.UU. (becado por el gobierno de ese país) para abordar temas sobre psicopatología y reeducación infantil en 1943.
Las y los estudiantes del primer Curso Especial de Psicología (1947)
Para estudiar en este primer curso, la UCH exigía un requisito básico para el ingreso de cualquier estudiante a una carrera universitaria, el que consistía en la realización de una formación propedéutica o bachillerato como inducción y nivelación de conocimientos, pero además permitió la incorporación de estudiantes que provenían de otros programas de formación disciplinar, profesionales titulados y profesores normalistas. En ese sentido, el objetivo del Curso Especial era proponer un proceso de especialización en la materia más allá de una asignatura, lo que derivó prontamente en la formalización de la carrera de Psicología, estableciendo su nombre en 1953. La cantidad de asistentes de esa primera generación fue de 95 estudiantes, 52 mujeres y 43 hombres (ver anexo ), resultando ser un curso de alta convocatoria en comparación a otros que iniciaron en el mismo período, como el Curso Especial de Filosofía (1943) con 19 estudiantes. Luego de una revisión de fuentes primarias, se encontró información sobre las formaciones previas de 53 estudiantes de esa primera generación (búsqueda sintetizada en la tabla 2 ), siendo cuatro de ellos extranjeros becados por el gobierno chileno (dos de Guatemala, uno de Honduras y uno de Bolivia). Los datos reflejan la diversidad en la formación previa de estos primeros estudiantes, aunque con cierta tendencia hacia áreas del conocimiento en humanidades y pedagogía.
Por último, es importante destacar que la cantidad de estudiantes de aquel primer año de formación no necesariamente finalizó el proceso. En el acta de la sesión ordinaria del 1 de octubre de 1952, el Consejo Universitario aprobó la creación del título de psicólogo en la UCH ( Universidad de Chile, 1957 ), el cual fue entregado el 6 de noviembre de ese año a los dos primeros estudiantes extranjeros de Guatemala, Eugenio Aragón Cruz y Herminio García Mendoza, y luego, el 11 de diciembre, a los cuatro estudiantes restantes de esa primera generación, Teresa Cumsille Nuñez, Liana Ortiz Wolf, Enrique Valenzuela Guevara y el hondureño Víctor Donaire Funes, siendo solo seis estudiantes de esos 95 iniciales los que constituyeron la primera generación de psicólogas y psicólogos formados en Chile.
Discusión
En relación con lo expuesto, es posible constatar que el nacimiento del primer programa de formación de Psicología en Chile se encontró estrechamente vinculado con el desarrollo institucional del sistema educativo formal y público durante la primera mitad del siglo XX, lo que permitió ampliar la mirada de una disciplina afín al campo clínico/psicoterapéutico, como usualmente se tiende asociar la psicología contemporánea. 3 El ideario de una modernización desarrollista de los gobiernos de la época, expresado en el Estado Docente, facilitó, en gran medida, que los recursos gubernamentales fueran en apoyo de las instituciones estatales para la adquisición, implementación y fomento de nuevos conocimientos, condiciones que serían complementadas con el apoyo internacional a través de becas de perfeccionamiento, lo que favoreció la circulación de saberes psi foráneos en el escenario local educativo y que finalmente derivó en la creación del primer programa a mediados del siglo XX.
Es interesante repensar este hito fundacional y la emergencia de la psicología como profesión, en un momento histórico en que, a nivel geopolítico, se plasmó el restablecimiento de un nuevo orden mundial posguerra, y que incidió particularmente en una reestructuración de las ciencias sociales. Esto se reflejó en la expansión y protagonismo de la labor de las universidades, lo que contribuyó en el desarrollo de nuevas disciplinas como respuesta a los desafíos de la modernidad —en su mayoría de corte liberal, como la psicología—, posterior a 1945 (Wallerstein, 1996). Para el caso chileno, es posible señalar que este devenir de acontecimientos culturales, políticos y sociales abrió el camino para la consolidación de las capas mesocráticas de nuevos intelectuales durante el siglo XX, a través del surgimiento de un nuevo sujeto de carácter profesional en la sociedad chilena, como lo fueron las psicólogas y psicólogos.
Resumen:
Introducción
Método
Resultados
La circulación de saberes psi en el sistema educativo y su relación con la conformación del Estado nación en Chile
Institucionalización de los saberes psi
Las y los estudiantes del primer Curso Especial de Psicología (1947)
Discusión